Seguro que te lo has preguntado alguna vez: ¿se puede reparar una luna delantera? Los pequeños impactos de piedras y fisuras de la luna parabrisas delantera no afectan a la seguridad del vehículo, pero si a la visibilidad. La buena noticia es que muchos de ellos son reparables, dependiendo del tipo y de la magnitud del daño.
Una luna laminada está compuesta de dos vidrios y una lamina interna, por ello la mayoría de los impactos los recibe el vidrio exterior. Como bien decía el amigo Joseba de Carglass, son reparables si el impacto tiene un diámetro inferior a 30 mm, y hasta 5 mm en el punto de impacto.
La luna delantera se divide en tres zonas:
- Zona 1, campo de visión del conductor. No es recomendable su reparación.
- Zona 2, aproximadamente la zona cubierta por el barrido de los limpia parabrisas, que abarca las ¾ partes de la superficie de la luna.
- Zona 3, el resto de la superficie que no abarca el barrido de los limpiaparabrisas.
El resultado de la reparación óptica se influencia tanto de la naturaleza del elemento que causa el daño, como por la tardanza en reparar, lo que conlleva posible filtración de suciedad dentro de la rotura, incluso pudiendo llegar a provocar la rotura total, en cuyo caso sería necesaria su sustitución.
Con una reparación a tiempo en vez de una sustitución, se producirá un ahorro económico al ser una operación mas barata, ganarás tiempo al ser un trabajo más rápido, podrás conservar las uniones montadas en fábrica, y contribuirás a mantener el medio ambiente al reducir la cantidad de desechos.
También si dispones de un seguro que cubre la garantía de lunas, podrás dar parte a tu compañía, evitando tener que pagar la reparación.