Seguro que te ha pasado alguna vez: Mi coche es siniestro total pero no tengo la culpa. Si ha sido así y tu compañía de seguros ha declarado tu vehículo siniestro total, pero no tienes la culpa y no estás de acuerdo con la indemnización, o quieres reparar tu coche por el motivo que sea, existe la posibilidad que sea reparado para que quede en el mismo estado antes de sufrir el golpe.
La ley establece el artículo 1.902 del Código Civil: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.
Deberás poner en conocimiento de tu compañía la no aceptación, para que reclame los daños al causante. Dependiendo de las condiciones de la póliza, dispondrás de cobertura por reclamaciones jurídicas hasta cierto importe. Si no dispones de la cobertura o deseas realizarlo por tu cuenta, existen diferentes compañías especializadas en la reclamación de indemnizaciones, del tipo Legalitas, etc.
Los contras son dos, fundamentalmente: que si deseas reparar enseguida, tendrás que adelantar el valor de la reparación, y que el tiempo hasta la resolución no será inmediato, y dependerá de la determinación de un juez.
Si no puedes reparar los daños, el vehículo deberá estar inmovilizado hasta la resolución, y hay que tener en cuenta que esto puede ocasionar coste de estancia si el coche se encuentra en un taller.
Otra posibilidad que has de tomar en consideración es que si la compañía de seguros declara tu coche siniestro total, podrás negociar la reposición de un vehículo de valor similar al de tus características en el mercado, o bien obtener una suma superior al valor venal (puedes ver qué significa este concepto exactamente en otro post).
Si decides reparar los daños, es recomendable que solicites a tu compañía un seguimiento de la reparación por un perito, para así evitar posibles dudas en la factura de la reparación.
También deberás sopesar si la reparación es viable, sobre todo, si los daños no van a repercutir en la seguridad, o van a ser daños estructurales.